A la banca le gusta que sus clientes domicilien sus nóminas, y para ello les ofrecen «regalos muy variados», devolución de un porcentaje de los recibos, mejora en las condiciones de algunos productos e incluso dinero en efectivo; además de eximirle de pagar ningún tipo de comisión.

Pero cuidado, que hay algunos que vienen envenenado, con altas comisiones, vinculaciones y permanencias de varios años (es el tiempo en el que no podremos mover nuestra nómina a otro banco aunque encontremos una oferta mejor o incluso si perdemos nuestro empleo y nos quedemos sin nómina).

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